Los Huevos Benedictinos son uno de los platillos de brunch dominical más famosos entre los estadounidenses y británicos, sin embargo, por su exquisito sabor han logrado posicionarse en casi todo el mundo, y existen algunas teorías de su creación predominando dos de ellas.
Hablemos de las teorías que relatan la posible invención de este famoso platillo, una de ellas se remonta al siglo XVIII con el Papa Benedictino 13. Se dice que él acostumbraba a desayunar huevos sobre una base de pan con jamón bañados en salsa holandesa, popularizándose entre las clases altas de los europeos siendo ellos quienes lo comenzaran a servir los domingos en eventos especiales.
La segunda historia de la creación de los Huevos Benedictinos, e incluso la más famosa, cuenta que Lemuel Benedict, un agente de bolsa retirado llegó al hotel Waldorf Astoria en Nueva York en búsqueda de curar una fuerte resaca, ordenó pan tostado con tocino, huevos escalfados y salsa holandesa. Lemuel y los cocineros del hotel quedaron tan impresionados con el sabor del platillo que decidieron dejarlo en la carta. Tiempo después se sustituyó el pan tostado por medio muffin.
Con el tiempo la gente comenzó a hacer algunas sustituciones con los ingredientes utilizados como base, por ejemplo, hay quienes sustituyen el tocino por salmón o salmón ahumado. En La Mansión® nos encargamos de hacer nuestra propia versión con jamón serrano, servido en pan brioche recién horneado, claro que los principales ingredientes como el huevo escalfado, la salsa holandesa siguen estando presentes en los Huevos Benedictine de La Mansión®.
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